bso

miércoles, enero 11

1ª carta a Jaïr.

Hace ya mucho desde la última vez que hablamos, todo un oceano de tiempo y sucesos;
hoy por fín me armé de valor y aquí estoy, serena y firme a pesar de todo.
Parece toda una eternidad, años de devenir que han transcurrido con el ritmo que marcaban los acontecimientos: unas veces ferozmente veloces, y otras, más fugaces, lentas como el goteo de un grifo mal cerrado que parece que nunca va a cesar.
Todos hemos cambiado, sé qe TÚ tambien lo has hecho, y yo no he sido menos.
Aunque definitivamente, en mi caso, han sido estos ultimos meses los que mas profundamente han marcado la persona que ahora soy.

No entraré en detalles, porque todo eso ya no importa.
Si importan sus consecuencias, porque ellas SOY YO.
Querido Jaïr, puedo decirte, tras aceptar y asumir un repentino y asfixiante sentimiento de Horfandad,que mi vida, se ha vuelto más serena y sencilla.
En poco tiempo he sido despojada de familia, hogar, bienes materiales y dependencias emocionales..
y ello evidentemente, ha tenido sus consecuencias más allá de lo puramente previsible.

Te escribo desde esta biblioteca, que se ha convertido ya en mi segundo "hogar". 
Aquí paso los días estudiando, descubriendo viejos libros, y poniendo mis ideas en orden.
Mi "desmaterialización" ha sido tal que, incluso, yo que hace solo unos meses vivía intoxicada y dependiente de mundos virtuales que había creado para mi y para los demás (lo que los demás esperaban de mi) a imagen y semejanza de mis "idelaes", ahora mantengo mi único contacto con esa "realidad" desde aquí, gracias a este viejo ordenador que recuperé y rehabilité (lo único que conservo de todas mis posesiones materiales es la vieja camara de fotos de mi abuelo: ni ordenadores de ultima generacion, ni programas de edicion, ni camaras ni dispositivos digitales..; extrañamente vuelvo al viejo lapiz y al papel como unico y fiel compañero y dibujo entre colores más que nunca, aunque ahora solo lo haga para mi).
Ahora, se abré ante mi, un nuevo mundo, empezar de cero... 
y por eso te escribo.

Mi futuro se vislumbra a través de pequeños pasos que he empezado a dar dia a dia, sin prisa, sin grandes aspiraciones, pero con una extraña serenidad y por encima de todo siendo siempre fiel a mi misma.
Es un mundo solitario, sí, pero no por ello menos bueno.
No tengo ninguna duda de que esa soledad es pasajera, seguro irán apareciendo nuevas personas en mi vida, pero esta vez , por primera vez quiza en mi vida, voy a ser exigente conmigo misma. Quiero personas de carne y hueso, reales; personas que no les dé miedo mostrarse tal y como son, más allá de la apariencia, personas que no se nieguen, y que transciendan de las palabras para llegar a los hechos y así demostrar su valía..  y sus defectos tambien.
No quiero personas virtuales, llenas de aparentes virtuosismos e imágenes perfectas fruto de la edición y la modificación. Quiero personas con sentimientos, que rian , que lloren, que se indignen..  y sobretodo QUE ACTUEN Y SEAN CONSECUENTES.

Creo que una de las cosas más duras de estos meses, es haber chocado con la ausencia total de personas a las que creía en mi vida, haberme enfrentado a lo que ha sido muy real, salvo por una excepción que tiene nombre propio y a quien ahora más que nunca, sé seguro a mi lado para lo bueno y para lo malo.
No me mal interpretes, no quiero personas a mi gusto, quiero personas que luchen por su diferencia, más allá de lo que eso pueda costar, quiero sinceridad, y sé  muy bien y soy muy consciente de que todo el mundo tienes sus "problemas", lo sé..   simplemente yo no concibo no dar mi mano ni siquiera cuando alguien me la pide explicitamente, a pesar de mi situación y de los problemas por los que yo pueda estar pasando. Y como no lo concibo, desde este mismo "reset", yo decido y lo hago siendo exigente. Porque, amistad es puramente su definición y no una red social. Es carne y piel, sudor y lagrimas.

Mi mundo es así ahora, yo soy así ahora.
Quien entre en él , sin obligaciones, de mutuo acuerdo,
debe despojarse de esos quizas preciosos y caros zapatos, para deslizarse suavemente por él, desclazo y sincero.

Por eso te escribo Jaïr, porque te quiero a ti, 
porque me quiero a mi.


Siempre fuiste lejano y casi inalcanzable, almenos siendo como yo era antes, siendo como era antes el mundo en el que vivia: comodamente encerrada para asi no afrontar mis miedos, para así no luchar por ti porque el fracaso era una probabilidad.
Ahora no le temo.
Ahora, en este momento duro a la vez que sereno, ahora más que nunca sé que te quiero; sé que llegue a ti o no, voy a luchar por ti, porque a medida que me hicieron crecer, fui olvidando lo mas importante: todo depende unica y exclusivamente de mi, y más vale vivir con heridas, que "no vivir" escondida en una vida menos real aunque más cómoda.Ahora voy a volver a ser niña para poder ser mujer, para poder ser persona.


Esta es una firme y descarnada declaración de principios.


Querido Jaïr, sé que tú no me vas juzgar, ni a nada de lo aquí escrito.
Anhelo llegar y envolverme en tus cálidos y amables brazos, donde me siento verdaderamente segura.
Tranquilo, no tengo prisa, no al menos la que lleva a la precipitación.
Tengo la prisa que marcan mis 37 años, pero sé que tú estás ahi por delante generoso y amplio; ya no mido el tiempo en años, porque ahora sé que prefiero un día en tí, que miles de ellos sin luchar por ti.


(..)
Ahora debo dejarte; si, he recuperado algo más de mi esencia, mi necesidad de ayudar a los demás.
De forma temporal vuelvo a ejercer de enfermera atendiendo a domicilio a varias personas que no pueden valerse por sí mismas, y en un rato debo ir a hacer una cura a una de ellas.


un dulce y cálido beso, 
brigitte.



No hay comentarios:

Publicar un comentario