bso

lunes, enero 16

2ª carta a Jaïr


Querido Jaïr aquí estoy de nuevo en busca de tus brazos.
Hoy quiero hablar contigo de algo que ronda por mi cabeza desde hace tiempo.. algo que me ha llevado por caminos de divagaciones y preguntas sin respuesta durante dias y noches.. y es que existen caminos misteriosos y cumulos de aparentes casualidades que te llevan de no esperar nada de nadie, a creer férreamente en la parte buena de los seres humanos, de un extremo a otro.

Te cuento.
Hace ya unos meses, acabé literalmente viviendo en la calle por unos días.. Créeme que no fué agradable; sé que mucha gente, cuando caminan por las calles a prisa, con los ojos abiertos pero sin ver, observan sin dedicarles mucho tiempo a muchas de las personas que habitan en ellas y quizá brevemente, se preguntan como puede acabar alguien en esa situacion..

Vivimos en una sociedad consumista y superficial que crea patrones de personas, y para ellos, vivir en la calle es simbolo de marginalidad o demencia.. y no.
No se muy bien porque, pero yo desde bien pequeña, siempre he sentido un tremendo respeto por los habitantes de la calle..
a menudo ya de niña me paraba junto a ellos, sin intrusión, a veces simplemente les dirigia una sonrisa de cariño, les hablaba o les daba algo de comer.. siempre acababa metida en problemas con el que se hacia llamar mi padre por ello.

Ya de mayor en mi trabajo como enfermera, dedique horas a trabajos sociales intentando encontrar un porque, y como mínimo poder ofrecer “algo”..
Es verdad que muchos de los habitantes de la calle, eligen, o más bien se adaptan a ese mundo creado por ellos mismos de nómadas solitarios queriendo permanecer asi, al margen de la sociedad: son my conscientes de que ya no encajan en ella y que no podrian sobrevivir a más dolor ni rechazo. 
Pero siempre hay un principio para cada historia, y muchos de ellos, en su principio necesitaron y reclamaron ayuda.. pero nunca la tuvieron.
HAY MUCHA GENTE AHI FUERA ESPERANDO UNA OPORTUNIDAD.
Y es de eso que quiero hablarte.

Cuando te hundes, cuando todo tu mundo se hunde, lo peor no es perderlo todo, lo peor es hacer de tripas corazon, tragar orgullo y pedir ayuda a tu alrededor y no encontrar ninguna mano amiga.
Pierdes tu lugar en la sociedad, pierdes familia, pierdes todos tus bienes materiales.. y lo que de verdad te hace llorar es saber con cruda certeza, que podrias desaparecer en ese mismo instante, y nadie te echaria de menos.
Si no tienes mobil, sino tienes facebook, ..  no eres nadie?
Es curioso como, con lo que dura el chasquido de dos dedos, al perder tu valia “social” pierdes tu valor emocional para con los demas.

Y es que es bien cierta esa premisa que dice que tanto tienes tanto vales, y la “gente” en general , suele desvincularse de cualquier relacion emocional o afectiva cuando la otra persona pasa por dificultades.
No juzgo ni culpo en absoluto, ya no; porque al final he acabado entendiendo que la gente lo trata como una cuestión de supervivencia: si yo me ahogo, si me das la mano te ahogaras conmigo.. es así.
Pero hubo un tiempo en el que quizas dar la mano no significaba acabar siendo arrastrado y ahogado, es más, incluso era la salvacíon de quien pedía ese abrazo, esa mano: porque cuando se pide ayuda, no se busca la solucion a los problemas, al menos no es lo que esperaba en mi lugar.
Simplemente se busca una rama a la que agarrarte aunque sea momentaneamente y poder descansar y coger aire antes de que la corriente te arrastre de nuevo rio abajo..
Porque a veces, de rama en rama, de resuello en resuello, te llenas sin mas de fuerzas y cuando caer precipitadamente parece lo mas inminente, de repente, gracias a esas manos que has podido estrechar, nadas con mas fuerza que nunca contracorriente, remontando poco a poco el rio, quiza despacio, quiza a veces volviendo a ser arrastrado unos metros.. pero nadas, remontas y a lo lejos aparece el nacimiento de ese rio turbulento, que se muestra cada vez mas en calma y tranquilo..

Pero yo he vivido un momento mágico.
En el momento en el que aceptas no esperar nada de nadie, almenos nada de aquellos de los que si esperabas con el dolor y las lagrimas que ello conlleva, y de repente, un aparentemente desconocido te da una sonrisa, te da una mano..

Querido Jaïr, que maravillosa esa condicion del ser humano..la capaccidad de empatizar con un abosluto y total extraño, hasta el punto de convertirse desde ese mismo momento en el primer eslabon de un nuevo comienzo posible.
Si bien no es la mayoria, mientras exista un ser humano entre un millon con esa capacidad, entonces, querido Jaïr, aún tenemos esperanza.

Pasé  viviendo y durmiendo dos noches en una estacion de trenes buscando calor y un poco de seguridad; al despertar la mañana siguiente tras asearme en el baño de la estacion, y volver a la butaca que se habia convertido en mi casa por unos dias, una chica más o menos de mi edad se acercó a mi y me habló muy dulcemente contandome que se habia fijado en mi la noche anterior porque le sonaba mi cara. Entonces de su bolso sacó un pequeño camafeo con una de mis ilustraciones y me sonrió..
me puse a llorar.
Lo habia comprado hacia mas de un año en una feria que hice en barcelona cuando yo aun vivia en madrid.
Se sento a mi lado y con mucha delicadeza me comento que no queria incomodarme, pero que creia que sabia que algo malo me estaba pasando al verme alli rodeada de mis pocas cosas y mi carpeta de dibujo..
Confeso que esa mañana se habia despertado mas pronto porque esperaba encontrarme aun sentada en mi butaca de la estacion..y fue lo suficientemente valiente como para abrirse a mi y contarme que ella hacia ya un tiempo acabó tambien viviendo en un refugio social.
Me conto su personal historia, confio en mi, en una desconocida. Yo no pude menos que devolverle la confianza y contarle mi situacion en aquel momento..
Aquella noche pude cenar caliente y dormí entre sabanas limpias junto a esa chica en el sofa de su humilde apartamento..
En ese mismo momento, volvió a mi la fé en el ser humano.
Tanta gente a mi alrededor todos estos ultimos años, gente.. gente que se desvanecío con la misma facilidad que se borra una pizarra.
Y una extraña, que un año atrás habia elegido un dibujo mio para formar parte de su dia a dia, con la que apenas comparti unos minutos y algunas palabras, ella, la que dice que mi sonrisa aquel dia le dio fuerza para luchar, ella aparecio por casualidad y se fijo en mi.. me dio un estas bien, me dió lo que pudo, me dió TODO cuando ya no tenia nada: una mano.

Evidentemente, como ya sabes, ese fue mi momento de inflexion. Si, me hundi; pero tras hundirme, volvi a salir a flote, desnuda y limpia y con algo muy claro:
si ella existe, si yo existo, sé que quiero vivir en un mundo donde gente asi es posible, donde demostramos nuestro cariño o nuestra nobleza con gestos y actos, ayudandonos, empatizando, no dando por supuesto nada y arriesgandolo todo hasta por un desconocido.
En cuanto a mi, bueno, lo importante de la historia, es que a dia de hoy ninguna de nosotras dos esta ya en la residencia, y que pasé un bonito dia de navidad en el comedor social devolviendo a otros todo el cariño que un dia alli me dieron.

(..)

Querido Jaïr, si en algun instante del día piensas en mi, sonries con mi recuerdo, aparezco en tu mente, le pones mi nombre a una cancion,me imaginas en un libro.. ,gracias, porque esa es mi fuerza.
Esa es nuestra verdadera naturaleza.. .

un beso.



miércoles, enero 11

1ª carta a Jaïr.

Hace ya mucho desde la última vez que hablamos, todo un oceano de tiempo y sucesos;
hoy por fín me armé de valor y aquí estoy, serena y firme a pesar de todo.
Parece toda una eternidad, años de devenir que han transcurrido con el ritmo que marcaban los acontecimientos: unas veces ferozmente veloces, y otras, más fugaces, lentas como el goteo de un grifo mal cerrado que parece que nunca va a cesar.
Todos hemos cambiado, sé qe TÚ tambien lo has hecho, y yo no he sido menos.
Aunque definitivamente, en mi caso, han sido estos ultimos meses los que mas profundamente han marcado la persona que ahora soy.

No entraré en detalles, porque todo eso ya no importa.
Si importan sus consecuencias, porque ellas SOY YO.
Querido Jaïr, puedo decirte, tras aceptar y asumir un repentino y asfixiante sentimiento de Horfandad,que mi vida, se ha vuelto más serena y sencilla.
En poco tiempo he sido despojada de familia, hogar, bienes materiales y dependencias emocionales..
y ello evidentemente, ha tenido sus consecuencias más allá de lo puramente previsible.

Te escribo desde esta biblioteca, que se ha convertido ya en mi segundo "hogar". 
Aquí paso los días estudiando, descubriendo viejos libros, y poniendo mis ideas en orden.
Mi "desmaterialización" ha sido tal que, incluso, yo que hace solo unos meses vivía intoxicada y dependiente de mundos virtuales que había creado para mi y para los demás (lo que los demás esperaban de mi) a imagen y semejanza de mis "idelaes", ahora mantengo mi único contacto con esa "realidad" desde aquí, gracias a este viejo ordenador que recuperé y rehabilité (lo único que conservo de todas mis posesiones materiales es la vieja camara de fotos de mi abuelo: ni ordenadores de ultima generacion, ni programas de edicion, ni camaras ni dispositivos digitales..; extrañamente vuelvo al viejo lapiz y al papel como unico y fiel compañero y dibujo entre colores más que nunca, aunque ahora solo lo haga para mi).
Ahora, se abré ante mi, un nuevo mundo, empezar de cero... 
y por eso te escribo.

Mi futuro se vislumbra a través de pequeños pasos que he empezado a dar dia a dia, sin prisa, sin grandes aspiraciones, pero con una extraña serenidad y por encima de todo siendo siempre fiel a mi misma.
Es un mundo solitario, sí, pero no por ello menos bueno.
No tengo ninguna duda de que esa soledad es pasajera, seguro irán apareciendo nuevas personas en mi vida, pero esta vez , por primera vez quiza en mi vida, voy a ser exigente conmigo misma. Quiero personas de carne y hueso, reales; personas que no les dé miedo mostrarse tal y como son, más allá de la apariencia, personas que no se nieguen, y que transciendan de las palabras para llegar a los hechos y así demostrar su valía..  y sus defectos tambien.
No quiero personas virtuales, llenas de aparentes virtuosismos e imágenes perfectas fruto de la edición y la modificación. Quiero personas con sentimientos, que rian , que lloren, que se indignen..  y sobretodo QUE ACTUEN Y SEAN CONSECUENTES.

Creo que una de las cosas más duras de estos meses, es haber chocado con la ausencia total de personas a las que creía en mi vida, haberme enfrentado a lo que ha sido muy real, salvo por una excepción que tiene nombre propio y a quien ahora más que nunca, sé seguro a mi lado para lo bueno y para lo malo.
No me mal interpretes, no quiero personas a mi gusto, quiero personas que luchen por su diferencia, más allá de lo que eso pueda costar, quiero sinceridad, y sé  muy bien y soy muy consciente de que todo el mundo tienes sus "problemas", lo sé..   simplemente yo no concibo no dar mi mano ni siquiera cuando alguien me la pide explicitamente, a pesar de mi situación y de los problemas por los que yo pueda estar pasando. Y como no lo concibo, desde este mismo "reset", yo decido y lo hago siendo exigente. Porque, amistad es puramente su definición y no una red social. Es carne y piel, sudor y lagrimas.

Mi mundo es así ahora, yo soy así ahora.
Quien entre en él , sin obligaciones, de mutuo acuerdo,
debe despojarse de esos quizas preciosos y caros zapatos, para deslizarse suavemente por él, desclazo y sincero.

Por eso te escribo Jaïr, porque te quiero a ti, 
porque me quiero a mi.


Siempre fuiste lejano y casi inalcanzable, almenos siendo como yo era antes, siendo como era antes el mundo en el que vivia: comodamente encerrada para asi no afrontar mis miedos, para así no luchar por ti porque el fracaso era una probabilidad.
Ahora no le temo.
Ahora, en este momento duro a la vez que sereno, ahora más que nunca sé que te quiero; sé que llegue a ti o no, voy a luchar por ti, porque a medida que me hicieron crecer, fui olvidando lo mas importante: todo depende unica y exclusivamente de mi, y más vale vivir con heridas, que "no vivir" escondida en una vida menos real aunque más cómoda.Ahora voy a volver a ser niña para poder ser mujer, para poder ser persona.


Esta es una firme y descarnada declaración de principios.


Querido Jaïr, sé que tú no me vas juzgar, ni a nada de lo aquí escrito.
Anhelo llegar y envolverme en tus cálidos y amables brazos, donde me siento verdaderamente segura.
Tranquilo, no tengo prisa, no al menos la que lleva a la precipitación.
Tengo la prisa que marcan mis 37 años, pero sé que tú estás ahi por delante generoso y amplio; ya no mido el tiempo en años, porque ahora sé que prefiero un día en tí, que miles de ellos sin luchar por ti.


(..)
Ahora debo dejarte; si, he recuperado algo más de mi esencia, mi necesidad de ayudar a los demás.
De forma temporal vuelvo a ejercer de enfermera atendiendo a domicilio a varias personas que no pueden valerse por sí mismas, y en un rato debo ir a hacer una cura a una de ellas.


un dulce y cálido beso, 
brigitte.